El estudio de la comunicación humana puede subdividirse en las tres áreas: sintáctica, semántica y pragmática, (Morris). La primera abarca los problemas relativos a transmitir información, refiriéndose a los problemas de codificación, canales, capacidad, ruidos, redundancia, etc. El SIGNIFICADO constituye la preocupación de la semántica (acuerdo entre emisor y receptor con respecto al significado de los símbolos). Por último la comunicación afecta a la conducta y este es un aspecto pragmático.
Estas áreas son interdependientes.
Los términos conducta y comunicación son usados por el autor como sinónimos (concomitantes no verbales y el lenguaje corporal), agregando a estos los componentes comunicacionales inherentes al contexto en que la comunicación tiene lugar. Así desde la perspectiva de la pragmática, toda conducta, y no solo el que habla es comunicación, incluso los indicios comunicacionales de contexto interpersonales afectan la conducta.
Puesto que el enfoque comunicacional de los fenómenos de la conducta humana, se basa en las manifestaciones observables de relación en el sentido más amplio está conceptualmente más cerca de la matemática que de la psicología tradicional; pues la matemática constituye la disciplina que se ocupa de manera más inmediata de las relaciones entre entidades y no de su naturaleza.
La teoría psicoanalítica postula que la conducta es el resultado de una interacción hipotética de fuerzas intra psíquicas que obedecen a leyes de conservación y transformación de la energía.
La interdependencia del individuo y su medio es como objeto de estudio poco frecuente en el campo psicoanalítico y es precisamente aquí donde el concepto de intercambio de información (comunicación) se hace indispensable. Este pasaje de energía a información es lo que el autor define como retroalimentación. Si esta es adecuada asegura la estabilidad del efector su adaptación al cambio ambiental. La retroalimentación puede ser positiva o negativa. La segunda se caracterizó por la homeostasis (estado constante) por lo cual desempeña un papel importante en el logro y el mantenimiento de la estabilidad de las relaciones. La primera lleva al cambio, esto es, a la perdida de estabilidad o de equilibrio. La retroalimentación negativa es la información que se utiliza para disminuir la desviación de la salida con respecto a una norma establecida, mientras que en la positiva la misma información actúa como una medida para aumentar la desviación de la salida y resulta así positiva en relación con la tendencia hacia la inmovilidad o la desorganización. Por estos los sistemas interpersonales pueden entenderse como circuitos de retroalimentación, ya que la conducta de cada persona oferta la de cada uno de las otras y es, a su vez, afectada por estas.
Además, el autor señala que cuando dejamos de utilizar la comunicación para comunicarnos, y la usamos para comunicar algo acerca de la comunicación utiliza conceptualizaciones que no son parte de la comunicación sino que se refieren a ella, habla aquí de metacomunicación.
Axiomas Exploratorios De La Comunicación
Los axiomas son, según el análisis del autor, cinco y se detallan como sigue:
Imposibilidad de no comunicar.
No hay nada que sea lo contrario de conducta, es imposible no comportarse. Si se acepta que toda conducta en una situación de interacción tiene un valor de mensaje, es decir de comunicación, por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicar.
Los niveles de contenido y relaciones de la comunicación.
Toda comunicación implica un compromiso y, por ende, define la relación. Una comunicación no sólo trasmite información sino que al mismo tiempo, impone conductas. En toda comunicación existen aspectos "referenciales" y "conativos". El aspecto referencial de un mensaje trasmite información y es sinónimo del contenido del mensaje. El aspecto conativo se refiere a qué tipo de mensaje debe entenderse que es, y, por ende, en última instancia, a la relación entre los comunicantes. Lo importante es la conexión que existe entre los aspectos de contenido (lo referencial) y relaciones (conativos) en la comunicación. Lo referencial trasmite los datos de la comunicación y lo conativo, cómo debe entenderse dicha comunicación.
La puntuación de la secuencia de hechos.
Una serie de comunicaciones puede entenderse como una secuencia ininterrumpida de intercambios; la puntuación organiza los hechos de la conducta y resulta vital para las interacciones en marcha. La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de comunicación entre los comunicantes.
Comunicación digital y analógica.
Esta parte específica de actividad nerviosa, que consiste en la presencia o ausencia de su descarga trasmite, por lo tanto información digital binaria.
En la comunicación humana es posible referirse a los objetos de dos maneras distintas, se los puede representar por un símil, tal como un dibujo, o bien mediante un nombre, es decir la palabra. Cuando está presente la palabra, hablamos de comunicación digital.
En la comunicación analógica hay algo particularmente similar a la cosa en lo que se utiliza para expresarla. La comunicación analógica es todo lo que sea comunicación no verbal, por lo tanto la encontramos en la postura, los gestos, la expresión facial, la inflexión de la voz, la secuencia, el ritmo y la cadencia de las palabras.
Los seres humanos nos comunicamos tanto digital como analógicamente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras que el lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones.
Interacción simétrica y complementaria.
A la relación simétrica y complementaria se la suele describir como relaciones basadas en la igualdad o la diferencia. En el primer caso, los participantes tienden a igualar especialmente su conducta recíproca y así su interacción puede considerarse simétrica. Sean debilidad o fuerza, bondad o maldad, la igualdad puede mantenerse en cualquiera de esas áreas. En el segundo caso, la conducta de uno de los participantes complementa la del otro, constituyendo un tipo distinto de gestalt y recibe el nombre de complementaria. Así, pues, la interacción simétrica se caracteriza por la igualdad y por la diferencia mínima, mientras que la interacción complementaria está basada en un máximo de diferencia.
Una relación complementaria puede estar establecida por el contexto social o cultural (como en los casos, madre e hijo, médico y paciente, maestro y alumno), o ser el estilo idiosincrásico de relación de una díada particular.
La interacción como sistema
La teoría de los sistemas generales permite comprender la naturaleza de los sistemas interaccionales.
Un sistema es, tomando la definición de Hall y Fagen, un conjunto de objetos así como de relaciones entre los objetos y entre sus atributos, en el que los objetos son los componentes o partes del sistema, los atributos son las propiedades de los objetos y las relaciones mantienen unido al sistema. Sostiene el autor que, la mejor manera de describir los objetos interaccionales consiste en verlos no como individuos, sino como "personas que se comunican con otras personas". Así los sistemas interaccionales serán dos o más comunicantes en el proceso, o en el nivel, de definir la naturaleza de su relación.
Para un sistema dado, continuando con lo sostenido por Hall y Fagen, el medio es el conjunto de todos los objetos cuyos atributos al cambiar afectan al sistema y también aquellos objetos cuyos atributos son modificados por la conducta del sistema. Un sistema junto con su medio constituye el universo de todas las cosas de interés en un contexto dado. La definición de sistema y medio hace evidente que cualquier sistema dado puede ser subdividido a su vez en subsistemas. Los objetos pertenecientes a un sistema pueden considerase como parte del medio de otro sistema.
Los sistemas orgánicos son abiertos, entendiéndose por ello que intercambian materiales, energías o información con su medio. Un sistema es cerrado si no existe importación o exportación de energía en cualquiera de sus formas, tales como información, calor, materiales físicos, y por ende, no hay cambio de componentes.
Con este modelo conceptual resulta fácil ubicar un sistema interaccional diádico dentro de una familia más grande, una familia ampliada, una comunidad y un sistema cultural. Tales sistemas pueden superponerse con otros subsistemas, pues cada miembro de la díada participa en subsistemas diádicos con otras personas e incluso con la vida misma. En síntesis los individuos que se comunican se estudian en sus relaciones horizontales y verticales con otras personas y otros sistemas.
Dentro de la familia la conducta de cada individuo está relacionada con la de los otros y depende de ella. Toda conducta es comunicación, y por ende, influye sobre los demás y sufre la influencia de éstos. Específicamente, los cambios favorables o desfavorables en el miembro de la familia identificado como paciente ejercen por lo común algún efecto sobre otros miembros, sobre todo en términos de su propia salud psicológica, social o incluso física.
El análisis de una familia no es la suma de los análisis de sus miembros individuales. Hay características del sistema (patrones interaccionales), que trascienden las cualidades de los miembros individuales. Muchas de las cualidades individuales son inherentes al sistema.
domingo, 28 de febrero de 2010
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